El Valle de Pedernal está ubicado al suroeste de la provincia a 90 km de la Ciudad de San Juan. Las alturas cultivables del valle van de los 1250 a los 1500msnm. El valle está protegido por una barrera natural, la sierra de Pedernal.
Es un valle confinado aislado de plagas naturales y lejos de la civilización, lo que crea condiciones únicas.
Desde el año 2007, el Valle de Pedernal es una Indicación Geográfica (I.G.) vitivinícola, un lugar único y diferente donde nacen vinos argentinos de clase mundial.
Posee un clima continental-frío, con gran amplitud térmica (de 18 a 20°C) y temperaturas máximas promedio que no superan los 28 °C. Esta condición hace que las uvas desarrollen pieles más gruesas, con mayor concentración y balance entre azucares, polifenoles y ácidos. Esto resulta en vinos con colores más intensos, con mayor expresión de aromas y sabores, muy buena estructura tánica y acidez natural, haciéndolos más expresivos y con mayor potencial de añejamiento.
Al Este del Valle donde se encuentra el viñedo Pyros los suelos son calcáreos de origen geológico que se formaron hace más de 480 millones de años en un ambiente sedimentario marino de plataforma carbonática. Son de textura franco arenosos con diferentes porcentajes de rocas calizas, dolomías, alternadas con otras a base de óxidos de Silicio como el Pedernal. Esta combinación generó simultáneamente una excelente infiltración y retención de agua.
Solo el 7% de la superficie terrestre posee suelos calcáreos de origen geológico y es el Valle de Pedernal el único suelo en la vitivinicultura de Argentina con estas características. Que a su vez, por su altura y su tipo de clima da como resultado un terroir con suelo calcáreo completamente único en el mundo. Este tipo de suelos son muy apreciados ya que en ellos se pueden obtener vinos de la más alta calidad y con una textura de taninos única y diferente.
Proviene de acuíferos subterráneos que se nutren con el deshielo de las altas cumbres de la Cordillera de los Andes.